El masaje deportivo consiste en la manipulación del tejido blando del cuerpo para conseguir objetivos específicos que contribuyen al completo desarrollo del cuerpo y a su habilidad para funcionar eficientemente.
Se trata de una herramienta altamente recomendable durante las competiciones, tanto para reducir la fatiga como para las posibles lesiones posteriores. Así como cuando hay atrofia o desarrollo desigual de los músculos o cuando existe tensión o rigidez.